martes, 30 de junio de 2020

El castigo material

(Publicado en junio 22 de 2020, El Universo https://www.eluniverso.com/opinion/2020/06/22/nota/7879008/castigo-material)


Me referiré aquí al castigo material. Siguiendo la lógica de Schumpeter, quien aproxima el análisis de la política desde el innegable proceso económico, equiparando los roles empresa=partido, empresario=líder del partido, empleado=candidato, y cliente=votante; la empresa (partido) permite al empleado (candidato) usar sus recursos para promover los productos que los clientes (votantes) desean. Sin embargo, el astuto empleado (candidato), a plena conciencia promete un producto de alta calidad (honestidad, eficiencia, austeridad) que no podrá cumplir.

En el sector privado, cuándo los clientes notan la estafa, denuncian al mal empleado, irá a la cárcel, pero además pedirán judicialmente una indemnización a la empresa. Sin embargo, en el sector público, ¿por qué no se sanciona, también, económicamente al partido político?, recordemos que este es financiado con el dinero del pueblo; no del Gobierno. Ambos viven del mismo dinero público. Ambos pudieran ser del mismo partido, también.

Por eso, Buchanan, con otra perspectiva de las decisiones colectivas, deduce que el votante debe gozar de mecanismos que sancionen con efectividad el mal uso de los recursos públicos.

Con el castigo al partido, los comportamientos se corregirán, si no desaparecerán. Ambas situaciones mejorarán al país, pues la participación requerirá de más ética. Esta perspectiva proviene de “la amenaza creíble” en la teoría de juegos (von Neumann, Nash, etc.). Hasta ahora el préstamo de camiseta y tarima a personas ‘famosas’, sin pasado gerencial, o a expulsados de otros partidos, que no tienen base ética suficiente, ocurre porque los líderes de los partidos políticos saben que no habrá castigo si algo sale mal; pero si todo sale bien podrán ‘financiarse’ un par de campañas más a través de andamiajes contractuales colaterales ingeniosamente configurados.

La implementación de este tipo de sanciones no requiere nuevas leyes, probablemente, sino solo ejecutar, pues la red corruptiva suele estar alrededor de los miembros del partido. 

sábado, 30 de enero de 2016

PARTICIPACIÓN CIUDADANA: ¿Falacia o contribución al desarrollo?

(Publicado en enero 30 de 2016, FENopina)


La relación entre Estado y el pueblo por medio de la participación ciudadana puesta en tela de juicio en este documento para poder corroborar la teoría con la realidad en la que se vive. Argumentos y organismos políticos son descritos como fuerza ciudadana para otorgar o refutar las decisiones estatales de impacto nacional.


En conversaciones con colegas de otras ciencias suele surgir la confusión respecto de la utilidad de la participación ciudadana en los procesos de desarrollo económico desde abajo hacia arriba (ciudadano-barrio-parroquia-cantónprovincia-región-nación), suelen considerar que es una especie de intromisión política en las decisiones administrativas de carácter técnico económicas que debieran tomar burócratas especialistas, como la priorización de obras públicas o las inversiones en servicios de diferentes áreas productivas; mas no es así, ambas visiones son complementarias y -en lógica estricta debieran converger, inevitablemente, pues la motivación de los actuantes siempre es económica (un individuo sólo actúa si piensa que estará mejor luego de hacerlo, de acuerdo a Mises, 1949).

La administración del territorio como bien público.

Los bienes económicos se dividen por su acceso, básicamente, en privados y públicos, los segundos son aquellos en los que no hay rivalidad en su consumo ni exclusión por parte del productor a quien no lo pague (Frank). No estuviera mal considerar sus efectos una externalidad (Benegas-Lynch, 1998). Dentro de este tipo de bienes se encontraría la administración territorial, pues las decisiones de las autoridades sobre la economía afectan a muchas personas que no participaron en su designación.

Cuando se define en un marco jurídico (el Estado) a los bienes públicos y privados, también se encuentra inmersa la clasificación entre bienes provistos por el mercado y aquellos bienes en los que su titularidad debe relocalizarse desde el Estado hacia el depositario originario de la soberanía, o sea todos los individuos que forman parte de una nación. Aquí se produce un error, pues se confunde el concepto de “bienes públicos” económicos con los bienes que el Estado decide producir. Muchas veces son decididos por agentes políticos de acuerdo a “fines estratégicos” (raros y muy bien intencionados), como la producción de acero, la administración de hoteles o el entrenamiento de equipos deportivos. Nada tiene que ver allí la caracterización señalada en el párrafo anterior, aunque siempre se la puede forzar invocando el “bien común” (que no es el número singular de los “bienes comunes” que estudiamos en economía).

Como consecuencia, el Estado se convierte en el administrador en la provisión del bien público “administración territorial”. Por lo tanto, debe rendir cuentas y es susceptible de vigilancia ciudadana. Como es de esperarse, no es posible que desde una oficina central se pueda satisfacer los diferentes requerimientos de los individuos por la enorme cantidad de información que aquello requiere y que se encuentra dispersa en todos los ciudadanos y que, además, cambia continuamente (Menger). Por ello, para acercar el Estado al ciudadano e impulsar la efectividad de las acciones de gobierno, surgen los procesos de descentralización, desconcentración y participación ciudadana.

Esta descentralización y autonomía efectiva, según se establece en el COOTAD (Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización), supone un esquema ordenado de asignación de competencias, con base en el cual cada uno de los niveles de gobierno, debidamente articulados, impulsará un modelo de Estado inteligente e integrado, encaminado a lograr el “bienestar colectivo”. Es imprescindible vincular estos procesos a la dinámica de desarrollo local y nacional para lograr la consolidación de distintos polos territoriales de impulso a los procesos productivos en el país.

La administración de territorios se caracteriza por su carácter evolutivo, en función de circunstancias concretas, de los problemas existentes y del desarrollo de la misma. Desde una perspectiva descentralizada, consiste en desconcentrar servicios y desarrollar las diferentes zonas del país mediante organismos o gobiernos locales que se encuentran más cerca de la ciudadanía y que facilitan la articulación de la información necesaria para la asignación eficiente de los recursos en la provisión de aquellos bienes públicos prioritarios para la comunidad. Así se logra reducir la pobreza en los distintos territorios del país. Se sugiere enfocarse en servicios como inclusión social, seguridad, educación, agua y alcantarillado.

La Desconcentración y La Descentralización.

Ya sea que el bien fuera público o privado, provisto por el sector estatal o privado, siempre que se persiga la calidad, el productor debiera estar cerca al consumidor, para conocer qué cualidades espera de su producto, por tanto, fuera una decisión sensata descentralizar y desconcentrar las decisiones para darle agilidad al proceso.

La descentralización consiste en otorgar decisiones o actividades administrativas, políticas o financieras a órganos locales o regionales, en la que la que el gobierno central no guarda una relación de jerarquía con estos (Carrión, 2004, pág. 2). Por otro lado, la desconcentración es la delegación de competencias al interior de una dependencia o entidad pública, se transfiere por acto administrativo como atribución regular y permanente de determinadas competencias, que no implican dotar de personalidad jurídica ni patrimonio propio a un organismo subordinado de la administración centralizada. Para ello, se requiere tener competencia. (Cerda, 2003, págs. 30-31).

De esta manera las relaciones intergubernamentales aceleran el proceso de transferencia de competencias del gobierno central a los gobiernos seccionales.

La Participación Ciudadana.

La participación ciudadana no va en el sentido de que el mandatario ejecuta sus planes y consulta a los mandantes sobre más inversiones y luego analiza cuáles aprueba ejecutar; sino que es en el sentido de que ejecuta inevitablemente lo que los mandantes le señalan y es él quien debe exponer sus ideas ante ellos para lograr que las aprueben y las pueda ejecutar. El único límite quizá debieran ser los derechos humanos.

La participación ciudadana surge como un proceso de democratización del Estado que se encuentra ligada a los mecanismos de descentralización y desconcentración, dirigida a reducir la incompatibilidad entre las decisiones de los mandatarios y las necesidades de los mandantes. Todos estos procesos de participación están modificando la manera en que el Estado y sus ciudadanos/as se relacionan y responden el uno al otro, se está llevando a cabo un cambio de una relación más vertical, autoritaria y cerrada, a una en la que el gobierno y los ciudadanos/as comparten una visión y un proyecto común que ha sido identificado por ambos y por el cual ambos son responsables (MacLean & Silva, pág. 115).

Aquellos gobiernos locales que son avanzados en materia de procesos participativos, dejan que la gente decida sobre su presupuesto de inversión. El gobierno informa a la gente acerca de la cartera total de inversión para trabajos comunitarios y, a través de un proceso de negociación (mesas de concertación barrial y sectorial), los ciudadanos deciden qué y dónde el Estado debe invertir y gastar. A través de sus organizaciones, las comunidades supervisan la construcción y algunas veces administran los fondos (MacLean & Silva, pág. 115). La participación ciudadana es además una buena herramienta para la reducción de la corrupción (pero este es, también, motivo de otro artículo).

Mecanismos más Utilizados para la Participación Ciudadana.

Los mecanismos para promover dicha participación son variados e implican diferentes niveles de transparencia, información y distribución de poder por parte de los gobiernos locales y han sido resultado de un amplio proceso de debate histórico en países con una larga tradición en el gozo de las libertades civiles.

Según la Constitución de la República del Ecuador, la participación ciudadana es un derecho y responsabilidad, por lo que la ciudadanía, en forma individual o colectiva, debe ejercerla de manera protagónica en la gestión de los asuntos públicos y en el control de las Instituciones del Estado, la sociedad y sus representantes. (CPCCS, 2008, pág. 2)

Algunos de estos Mecanismos son:

  • Audiencia Pública: Es convocado por la autoridad (por iniciativa propia o a pedido de la ciudadanía) y sirve para atender pronunciamientos o peticiones ciudadanas y para fundamentar decisiones o acciones de gobierno. Las resoluciones de la Audiencia Pública, deberán ser oportunamente difundidas para que la ciudadanía pueda hacer su seguimiento.
  • Consejos Consultivos: Los Consejos son mecanismos de asesoramiento para quien toma decisiones de política pública. Se constituyen en Espacios y Organismos de Consulta. Las autoridades, los Consejos y otras instancias mixtas o paritarias podrán convocar en cualquier momento a dichos consejos. Su función es consultiva y se conforman por ciudadanas o ciudadanos por sus propios derechos, o por representantes organizaciones sociales (Pueden integrarlo grupos de profesionales, técnicos o personas que tengan experiencia o conocimiento sobre el tema objeto de consulta).
  • La Silla Vacía: Las sesiones de los gobiernos autónomos descentralizados son públicas y en ellas habrá una “silla vacía” que será ocupada por uno o varios representantes de la ciudadanía, en función de los temas que se van a tratar. El propósito es que él o la representante participen en el debate y en la toma de decisiones, en las sesiones de los gobiernos autónomos descentralizados.
  • Asambleas Locales: En cada nivel de gobierno, la ciudadanía podrá organizar una asamblea como espacio para la deliberación pública éntrelas ciudadanas y los ciudadanos, para fortalecer sus capacidades colectivas de interlocución con las autoridades. A través de las Asambleas Locales los ciudadanos y ciudadanas inciden de manera informada en el ciclo de las políticas públicas, la prestación de los servicios y, en general, la gestión de lo público.
  • Presupuesto participativo: Este es uno de los dos más importantes mecanismos, pues su ejecución es de impacto directo y plazo inmediato. Se puede definir al presupuesto participativo como un mecanismo de participación ciudadana o de democracia participativa directa que les permite a los habitantes de una localidad dirigir los recursos establecidos en el presupuesto general hacia las áreas u obras que consideren prioritarias en determinadas circunstancias, para llevar a cabo el proceso participativo los distintos niveles de administración territorial del Estado llevan a cabo juntas, diálogos, asambleas, debates, que son organizados por los representantes de la comunidad y las principales autoridades o servidores públicos que estén a cargo de los gobiernos autónomos, para poder afrontar las diferentes necesidades del territorio en cuestión.

De esta forma los ciudadanos tienen la posibilidad de controlar y fiscalizar la ejecución del presupuesto, ya que los mandatarios deben regirse a lo que dicen los mandantes.

  • Planes de desarrollo: Este es el otro de los dos más importantes mecanismos, pues aunque su ejecución es de plazo inmediato su horizonte temporal alcanza el largo plazo. Consiste en asentar en un documento las políticas de desarrollo del territorio que las autoridades deben seguir, previas discusiones con la ciudadanía, tal como con el Presupuesto Participativo. Con este último se diferencia en el período de tiempo de ejecución: mientras los planes abarcan un período de tiempo que comprende varios años, en cambio los presupuestos son anuales y se ajustan conforme van pasando los años considerando lo señalado en los planes.

Estos son algunos mecanismos de participación contempladas en la ley. Sin embargo, las personas y las organizaciones en el Ecuador tienen derecho a que se reconozca toda forma de participación, y que las autoridades y las instituciones generen los mecanismos que sean necesarios para informarnos, escuchar nuestras opiniones, tomar decisiones en conjunto, facilitar el control social y rendir cuentas sobre la gestión pública (CPCCS, 2008, pág. 7).

Desde la perspectiva teórica y en el sentido aquí expuesto, la participación ciudadana no se contrapone sino que está incluida como posibilitadora del desarrollo económico de los ciudadanos de los diferentes territorios de una nación. Además, se puede esperar que mientras mayor fuera el nivel de descentralización y desconcentración mayor debiera ser el nivel de percepción de calidad de los ciudadanos respecto de la administración territorial.

Por otro lado, la participación ciudadana cuenta con diversos mecanismos, sin embargo debe estar limitada por los derechos humanos.

Por último, no está de más mencionar que los malos administradores y los agentes políticos con intenciones perversas, bien pudieran echar a perder cualquier intento porque la participación ciudadana sea exitosa, pues lo contrario les conviniera.


Referencias.

Benegas-Lynch, A. (1998). Bienes públicos, externalidades y los free riders, el argumento reconsiderado. Santiago de Chile: Estudios públicos. Nro. 71.

Carrión, F. (2004). La descentralización en América Latina, una perspectiva comparada. En capítulo en el libro Carrión, F. (2004) editor. Procesos de descentralización en la Comunidad Andina. Quito: FLACSO.

Cerda, L. (2003). El proceso de descentralización y transferencia de competencias del Ministerio de Bienestar Social hacia los gobiernos seccionales autónomos como mecanismo de desarrollo social. Quito: Instituto de Altos Estudios Nacionales. Tesis de Maestría en Seguridad.

Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización. Registro Oficial N° 303.

Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (2008). Guía para la elaboración de presupuestos participativos. Quito, Ecuador.

Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (2008). Herramientas y mecanismos de participación ciudadana. Quito, Ecuador.

Frank, R. Microeconomía y conducta. México D.F.: McGraw Hill.

MacLean, A. & Silva, M. (s.f.). Gobernabilidad Y Transparencia. Monterrey: Universidad Virtual del ITESM e Instituto del Banco Mundial. Volumen 2.

Menger, C. Principios de economía política. Washington: Hispanic American Center for Economic Research.

Mises, L. (1949). Human action, a treatise on economics. 4th edition. San Francisco: Fox & Wiles. 1996.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Ignorando las Leyes de la Economía

(Publicado en diciembre 15 de 2013, FENopina)



Esta vez quisiera ensayar acerca del daño a la sociedad generado por aquellas personas que, en su accionar, ignoran las leyes e instituciones de la economía, lo cual no inhibe de sufrir los efectos de tal comportamiento.

El objeto de estudio de la economía es más mental que material[1], a diferencia de otras ciencias cuyo objeto de estudio es material (química, física, etc.) o mental (psicología, etc.), y -como cualquiera de las mencionadas- cada una tiene sus propias leyes[2].

La confusión, al parecer, estriba en que en las ciencias como la economía los efectos de ignorar sus leyes se verifican en el individuo y en su sociedad con el pasar del tiempo. Además, dado que es una ciencia que estudia fenómenos complejos[3] cada efecto será resultado de varias causas simultáneas, y cada causa genera varios efectos, inevitablemente, por tanto casi siempre la determinación de una causalidad resulta difuso en cuanto su aplicación en la realidad. Es la misma razón de la dificultad de “verificar” tan sólo una de sus teorías.

Así, hay individuos (autoridades) que arriesgan su bienestar y el de los demás contraviniendo las leyes de la economía, atropellando la libertad empresarial, restringiendo los niveles de ganancias, controlando precios, adjudicando monopolios, otorgando privilegios, fijando cuotas de producción o de consumo, impidiendo la entrada y salida de productos, obligando a otros individuos a hacer cosas que no quieren hacer, etc., todo ello en el largo plazo. Entonces, el problema de responder a las preguntas “¿qué producir?, ¿cómo?, y ¿para quién?” es tratado como si fuera un asunto tan sólo material, es decir se reduce a un problema de asignación, pero sin embargo no lo es, pues la respuesta a aquellas preguntas debe darse en el corto y largo plazo, para lo que es necesario se realice de manera voluntaria.
No sufren de tal contravención de leyes otras ciencias, como la física: nadie en sano juicio se atrevería a pararse en el balcón del décimo piso de cualquier edificio intentando reducir la ley de gravedad a un asunto mental para luego dar un paso al vacío y esperar la “verificación”. La realidad lo alcanzaría de manera inmediata.

Muchos individuos opinan sobre los problemas económicos (y sobre problemas de otras ciencias sociales), otros defienden y promueven sus ideologías, también. Eso no está mal si los efectos de sus decisiones sólo los afectaran a ellos, pues tarde o temprano dichos individuos advertirían que no es cuestión de creencias o deseos, sino de comprender la naturaleza (leyes) del problema económico (y corregirían su accionar). Por último, bien se puede atrever la conclusión de que hay que tener mayor cuidado cuando los efectos de la contravención de un individuo se trasladan a otros individuos, como en el caso de los políticos profesionales, pues son quienes toman las decisiones de política económica, afectando a todos los ciudadanos.






[1] Mises, L. (1949). Human action, a treatise on economics. 4th edition. San Francisco: Fox & Wiles. 1996. Página 92.
[2] Menger, C. Principios de economía política. Washington: Hispanic American Center for Economic Research. Página 29.
[3] Hayek, F. (1964). La teoría de los fenómenos complejos. MacMillan Publishing Co.

jueves, 30 de mayo de 2013

¿Tratando de conquistar el mundo?

(Publicado en mayo 01 de 2013, FENopina)


"Sos el que hace las guerras, dictas falsas condenas,
el que ama la violencia, que no tiene conciencia".
Los Fabulosos Cadillacs

Cada cierto tiempo algún líder gubernamental de algún país con tecnología (nuclear, biológica, química, etc.) aplicada al exterminio hace amenazas sobre iniciar una guerra mundial, asustando a quienes lo escuchan. A este respecto, una estudiante me comentaba “los malos siempre salen ganando porque los buenos no están dispuestos a detenerlos”   [1] . Discrepo, la lógica económica nos lleva a la conclusión contraria: el bien siempre triunfa, donde el término[2] “siempre” no refiere a “todas las veces”, sino a “por tiempo indefinido”, es decir una situación que se autosostiene en el largo plazo, que es lo que le interesa a la economía como ciencia (social).
     En este sencillo análisis será necesario recordar algunos axiomas (relacionados a la naturaleza humana):
1. Un individuo sólo hace algo si espera estar mejor que antes.
2. Incurrir en costos para generar beneficios genera propiedad privada sobre ellos.
3. El individuo es libre, por tanto no se puede -a largo plazo- obligar a nadie a hacer algo que no quiere.
     Además, establézcanse los siguientes supuestos (relacionados a la necesidad de complejizar este análisis):
a. El individuo no sufre ninguna patología o afectación de tipo física ni mental.
b. El individuo no está en una situación de emergencia o urgencia.
c. El individuo puede comparar cuantitativamente entre los costos asumidos y los beneficios generados.
d. Aparte de sí mismo, el individuo no tiene otro sostén.
     De los axiomas mencionados se desprende que un individuo normal deseara vivir en paz, pues no quisiera vivir arriesgando su vida o la de sus familiares a cada paso, y que sólo si al menos un supuesto no se cumple pudiera el individuo desear una guerra. Así, los ciudadanos del mundo actual, de cualquier país o religión, lamentan tener que declarar una conflagración. El mundo no va hacia más conflictos, sino hacia menos, aunque haya muchos recursos estratégicos en juego.
     Para detallar lo sostenido basta con recordar la evolución de la humanidad desde la sociedad primitiva hasta la sociedad agroproductiva. La primera era cazadora y recolectora de frutos debido a que la cantidad que la naturaleza reproducía era mayor que la cantidad que los seres vivos necesitaban para supervivir, por lo que tampoco era necesario garantizarse el consumo a través de la propiedad privada. En este período ni siquiera debiera haber surgido conflictos[3].

( Qnaturaleza ≥ Qnecesitada )

     Cuando dicha relación se invierte empiezan los conflictos, pues dos individuos disputarían el último fruto de la naturaleza de una planta o animal. Entonces, para garantizarse el consumo futuro, uno de los individuos empezará a cultivar (producir) dicha planta. Nace la sociedad agroproductiva.
     Si los costos, para un individuo recolector, de arrebatar la producción de un individuo agroproductor sin su permiso son considerados por el primero menores al beneficio recibido, la tomara y se generase un abuso de poder. Acto seguido pudiera darse que:
i.                    El individuo agroproductor se armara para defender su propiedad y consumo futuro.
ii.                  El individuo agroproductor se reuniera con otros individuos de su sociedad para armarse y defender la propiedad conjunta y garantizarse su consumo futuro.
     No se ha considerado una situación de no producción (regreso a la sociedad primitiva), pues ello lo extinguiría por inanición o por heridas al intentar apropiarse de frutos reproducidos por la naturaleza o frutos producidos por otros individuos (de la sociedad agroproductiva). Por otro lado, el individuo productor debiera avanzar hacia la alternativa “ii” al ser menos costosa, asociándose con otros en su misma situación[4]. Así nacieron los Estados, para proteger la propiedad de los individuos[5] y permitir la paz, luego deriva en todo el sistema de justicia. Se reduce, entonces, la posibilidad de que un individuo perpetre abusos a otros.
     Ojo: en el corto plazo (y sólo ahí) puede ocurrir el abuso, pero no está relacionado a la naturaleza humana, sino a situaciones contrarias a los supuestos mencionados. Alguien incluso puede morir, pero la sociedad no.
     Actualmente, incluso en los grupos dedicados al abuso (crimen organizado) sus miembros guardan entre sí una cierta ética de no agresión; caso contrario jamás tuvieran paz. Por consiguiente, tienen un alto incentivo para dejar de agredir. Ningún individuo normal quisiera estar cada vez peor o ver a su hijo yendo a una guerra.
     Ni los Dictadores se salvan de lo argumentado, pues dada la obligatoriedad para el pueblo deben sostenerse a fuerza y cuando han iniciado una guerra el ciudadano debe decidir entre ir al campo de batalla con altas probabilidades de morir, o intentar huir con menores probabilidades de morir a un país pacífico fronterizo. Se puede esperar que en batalla entre un país libre y uno con Dictador, el primero resulte triunfador.
     Es determinante para lograr el progreso que todos queremos, garantizar estabilidad. Ello se alcanza con paz, respeto, libertad y no obligatoriedad, pero bueno, ese es motivo de otro ensayo.
     Volviendo al primer párrafo de este pequeño ensayo: es de esperar que el líder armado esté en uso de todas sus facultades mentales, pues es un líder gubernamental y para llegar al cargo debió ser muy ágil, políticamente, por tanto debe estar consciente de que el grupo de países a los que amenaza es más fuerte que su país. No fuera mala idea esperar que sólo quiera ganar presencia internacional o acelerar algún proceso que quiera liderar. Quizá sí está tratando de conquistar al mundo, pero no a través de una guerra.



[1] Algo parecido nos menciona el filósofo Edmund Burke al señalar “Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.”.
[2] Real Academia Española (2009). Diccionario práctico del estudiante. 1era Ed. Quito: Santillana Ediciones Generales S.L.
[3] Sólo la escasez genera conflictos económicos, por definición. A este respecto se puede revisar cualquier libro de economía o, para revisión de casos reales, el International Journal of Conflict and Violence.
[4] Incluso, quizá en una situación social más avanzada, en un grupo de individuos: A, B, C y D, si B fuera más fuerte que A, pero no más fuerte que (A+C+D), a B no le quedaría sino dos caminos “argumentos… y violencia”, pero si no hubiera el interés de destruirse, “las dos alternativas fueran un compromiso razonable o un intento de destruir el interés opuesto.”; es decir que B debiera entrar en el discurso de la no violencia. Popper, Karl (1963). Conjectures and refutations. New York: Routledge Classics. 2007. Página 478.
[5] También en la vertiente socialista hay autores que consideran a este el motivo del nacimiento del Estado. Engels, Friedrich (1884). El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado. Moscú: Editorial Progreso.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Antes (no) estábamos mejor, ¿y en el futuro?

(Publicado en diciembre 01 de 2012, FENopina)

Hace ya bastantes días, en un capítulo que criticaba el desarrollo de la sociedad actual, Homero enojado gritaba a Marge “¡Antes estábamos mejor!”. No pocas personas suelen decir lo mismo. Tal afirmación constituye, desde mi perspectiva, un error de lógica económica.
     Para este sencillo análisis será necesario recordar algunos axiomas (relacionados a la naturaleza humana):
1.       1. El individuo sólo hace algo (cualquier cosa) si espera -que luego de hacerlo- estar mejor que antes.
2.       2. Cada acción implica asumir costos para generar beneficios.
3.       3. Los costos y beneficios son de naturaleza material e inmaterial, en mayor o menor medida.
4.       4. Incurrir en costos para generar beneficios genera propiedad privada sobre ellos.
5.      5. El individuo, para garantizar la búsqueda y consiguiente gozo de su bienestar inmaterial, primero debe haber garantizado su bienestar material, pues en ausencia permanente de este último se extinguiría (moriría).
6.       6. El individuo posee mente, por tanto puede racionalizar sus problemas.
7.       7. El individuo es libre, por tanto no se puede obligar a nadie.
     Además, establézcanse los siguientes supuestos (relacionados a la necesidad de complejizar este análisis):
a.      a. El individuo no sufre ninguna patología o afectación de tipo física ni mental.
b.      b. El individuo no está en una situación de emergencia o urgencia.
c.      c. El individuo puede comparar cuantitativamente entre los costos asumidos y los beneficios generados.
d.      d. Aparte de sí mismo, el individuo no tiene otro sostén.
     Pues bien, de acuerdo al número 1, el individuo “espera estar mejor”, que no significa “estará mejor”, pues ello dependerá de la comparación entre los costos asumidos y los beneficios generados, de acuerdo a los números 2, 3, 4 y el literal c. Si al actuar obtuviera una situación no mejor que la anterior (esto es corto plazo), el individuo se aplicara en aprender a descubrir cuál hubiere sido su error, según el número 6, y la próxima vez intentaría no cometerlo (esto es largo plazo). Esto tampoco es garantía de que no volverá a errar, sin embargo sí es garantía de que el ajuste va hacia una constante mejora de su proceso de toma de decisiones que -se espera- lo lleve a menos errores en situaciones parecidas. El individuo se sentirá auto presionado y auto restringido por lo indicado en el número 5, 7 y el literal d.
     Así, es de esperar que tal individuo pronto descubriera que poco puede hacer, en solitario, para obtener mayor bienestar, y que para alcanzarlo debiera antes haber producido algo que dé bienestar a los demás, pues su respectiva retribución (precio cobrado) le permitirá adquirir los bienes que lo posibiliten.
     Sólo eso mantiene cohesionada a una sociedad y por ello se puede esperar que le vaya cada vez mejor; no peor.
     A continuación alguna evidencia empírica en Ecuador:
Indicador
Antes (Año)
Ahora (Año)
Mortalidad infantil. (por cada 1.000 menores de 5 años)
34,2 (2000)
23,6 (2010)
Esperanza de vida. (años)
73,39 (2000)
75,46 (2010)
Prevalencia de desnutrición (% población)
17 (2001)
15 (2008)
Tipo de Vivienda.  (Casas/Villa)
2,510,570 (2001)
3,280,491 (2010)             
Tasa de incidencia de la pobreza, sobre la base de $1,25 por día (PPA) (% de la población)
20,73
(2000)
4,61
(2010)
Índice de Paz Global (Posición entre países)
85 (2007) entre 120 países
85 (2012) entre 158
Libertad económica. (puntaje General de 184 países a nivel mundial)
47,1 (2011)
48,3 (2012)

     Según lo mostrado, pareciera que la lógica y la evidencia se corresponden: ahora “estamos” mejor que antes. Si la diferencia de años al comparar fuera mayor el incremento de bienestar también debiera serlo. Si en algún ámbito de la vida no fuera así, se puede esperar la corrección, pero mientras más rápido llegue, mejor. Así, no sólo que Homero estaba una vez más equivocado, sino que, además, se puede considerar a este el motivo por el cual el bien siempre triunfa... pero bueh, ese es motivo de otro artículo.

Fuentes de información:
Algunos de los axiomas fueron recordados desde los clásicos:
·         “Principios de Economía Política” de Carl Menger.
·         “La Acción Humana” de Ludwig von Mises.
·         “La Contra-Revolución de la Ciencia” de Friedrich von Hayek.
·         “Capitalismo, el ideal desconocido” de Ayn Rand.
Los datos fueron obtenidos desde:
·         Banco Mundial.
·         Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
·         ÍLE de Heritage Foundation.
·         ÍGP de Institute for Economics and Peace y Centre for Peace and Conflict Studies.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Por error llegué a Belén; no a Belín.


(Publicado en octubre 27 de 2012)

No es Berlín, ni Belén; es BELÍN… y parece no río, sino estero.

Se me ha hecho un poco difícil escribir. Luego de acudir invitado a dictar conferencia, participar en coloquios y clases sobre desarrollo económico en diferentes eventos realizados en Perú (U. Nacional de Piura), Guatemala (U. Francisco Marroquín), y Chile (U. del Desarrollo), al venir a Milagro encontré en la vía a Virgen de Fátima grandes letreros que anunciaban mi paso por el “RÍO B E L E N”, junto a la U. Estatal de Milagro. Entonces, dudé “otra vez cometen el mismo error o quizá le hayan cambiado el nombre, legalmente, y no me he enterado”, pues según sé es “ESTERO   B E L Í N”.
     Esto ocurre desde que tengo uso de razón: al cambiar de lugar, modernizar los materiales o restaurar la pintura de los letreros sus constructores le cambian el nombre. Quizá piensan que acá la gente no sabe escribir, o quizá su duda los hace escribir el nombre mejor parecido sin meditar las consecuencias para esta ciudad de aprox. 200mil habitantes (INEC, 2011).
     Ya hace unos 20 años una autoridad provincial aprobó la ubicación de un letrero con “ESTERO   B E R L Í N”. El error tardó un tiempo importante en arreglarse.
     Hoy, el letrero señala “RÍO BELÉN”. Nunca lo hubiera imaginado: ahora sí, con razón, puedo decir “Dios es ecuatoriano y el Milagro de su nacimiento es aquí”. Ya tenemos Belén propio. Para Navidad esperemos turistas. (Broma)
     Fuera buena idea corregir esto pronto, si no se pierde identidad, pues el nombre está incrustado en la base de la historia de la ciudad: aquí vivieron los habitantes de la parcialidad Vellín, según los informes y censos de “indios” de las autoridades españolas desde 1581. A fines del siglo XVI y principios del XVII, dada la pronunciación, dichos funcionarios derivaron la denominación a Belín. Así es conocido hasta hoy un sector del suroeste del cantón (posiblemente ahí se asentaban) y el estero. Luego, la historia abraza el más amplio territorio Chirijo y desemboca en la leyenda de la esposa sanada del ExOidor Miguel de Salcedo que logró cambiar el nombre a San Francisco de El Milagro, hoy San Francisco DE Milagro.
     Por otro lado, no está calificado como río (corriente continua y natural de agua con curso fijo), sino como estero (terreno bajo que suele llenarse de agua por lluvia o filtración de lagunas o ríos cercanos), según los conceptos del Diccionario de la R.A.E. y los datos del Sistema Integrado de Indicadores Socioeconómicos del Ecuador.
     Así que por error, no mío, llegué a Belén; no a Belín.

lunes, 16 de julio de 2012

Incursionando en el crecimiento económico de Perú

(Publicado en julio 15 de 2012, FENopina)

Doce estudiantes de FEN-ESPOL, un docente de otra universidad y el suscrito, los días 28 y 29 de junio de 2012, estuvimos en el Centro de Estudios Económicos y Sociales (CEES) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de Piura (UNP) para conocer las políticas de crecimiento económico que se aplican en Perú y cuál es la impresión de sus investigadores académicos sobre ellas. Se notó que tienen muy claras las medidas económicas que se tomaron y el beneficio generado, además de que ahora la lucha de ellos debe ser por reducir la desigualdad social.
     Perú ha crecido en términos reales altos durante la última década, lo cual los ha llevado a duplicar su ingreso por habitante el año pasado. Una de las zonas de mayor crecimiento es la zona norte, donde está ubicada la Ciudad de Piura, la cual atrajo la construcción de 5 grandes centros comerciales (tipo mall) durante los últimos 5 años y donde varias de las hoy, empresas domiciliadas allí antes lo estaban en territorio ecuatoriano. Es notable la expansión y el aumento del consumo en la sociedad piurana.
     En esa misma zona se ha podido utilizar el cauce del río del mismo nombre para irrigar amplios terrenos que antes eran desérticos, por lo que hoy allí los ciudadanos siembran y cosechan variedades de frutos.
     Pero, ¿cómo aporta la UNP al crecimiento económico del norte del Perú? Ella cuenta con centros de producción o empresas universitarias que elaboran productos agrícolas como mermeladas, pasta de tomate, jugos, etc., que luego venden a intermediarios o al consumidor final. Además, cuenta con laboratorios que desarrollan nuevas especies de algodón de alta calidad, etc. En ambos casos se emplea a estudiantes y a docentes de la misma universidad.
     En cuanto a la capacitación de su personal, este año 20 docentes obtuvieron su título de Doctorado en Economía, con lo cual -según nos manifestó José Luis Chinguel, Director del CEES- ya se está generando el suficiente número de working papers que les permitirá hacer circular entre las autoridades y universidades de toda la región, una revista científica que será administrada por la facultad.
     Entre las políticas económicas mostradas como resultados de los estudios realizados por los docentes peruanos, se encuentran: la comprensión cabal de los agentes políticos acerca de las diferencias entre el crecimiento económico y el desarrollo humano, los diferentes estilos de desarrollo que se pudieran presentar debido a las particularidades de las diferentes comunidades involucradas en la especialización laboral necesaria, el valioso impacto económico de los acuerdos comerciales, la eficiente administración de la política monetaria para mantener baja la inflación, los esfuerzos por la convergencia en la calidad de vida de los habitantes, y el impacto que puede tener la tributación.
     Algo a remarcar fue la importancia que le han dado al desarrollo de clústers industriales en Piura y Loreto, y el hecho de que casi todos los expositores mencionaron que el Estado peruano no ha intentado ser el impulsor del crecimiento económico a través del gasto estatal, sino el de generar un marco legal que permita a los empresarios participar en el mercado dentro de reglas claras y fáciles de comprender.
     Como dato final: no fuera buena idea dejar sin mencionar que tres de nuestros estudiantes (Alán Guama, Gabriela Franco y Diana Cedeño) fueron premiados por haber obtenido las más altas calificaciones de entre todos los asistentes (peruanos y nuestros 12 ecuatorianos) en la evaluación final que rindieron luego de haber asistido a las conferencias.
     En conclusión, la visita fue bastante aprovechada académicamente, y nos muestra aquellas cuestiones que quizá debiéramos iniciar acá, como crear centros de producción empresarial auto sostenibles, e incrementar las visitas a empresas o agencias públicas en un esfuerzo por acercar a nuestros estudiantes, la aplicación de la teoría a la realidad.

miércoles, 4 de julio de 2012

Shrek y Barbie: la historia jamás contada (sobre las ventajas comparativas)

(Publicado en junio 30 de 2012, FENopina)


A todos nos resulta más beneficioso el libre mercado que la planificación centralizada

Esta es la historia que nadie sabe de Shrek: antes de conocer a Fiona, estaba enamorado de la curvilínea Barbie. Ambos pertenecían a familias muy diferentes y vivían en cuentos distantes; sin embargo, una vez fueron reunidos por El Poder de Grayskull (Sociedad Anónima) para filmar una nueva película, cuya escena principal se desarrollaría en un bote de madera, aguas adentro, en el Lago de Los Cisnes.
     La verdadera intención del director de la película, Freddy Krueger, era exterminarlos para que pudiera surgir su actriz favorita, Angie, quien de tanto llanto más parecía la chica de El Aro que „la niña de las flores‟. Para lograrlo, Krueger contrató a Rambo para que perforara al bote a balazos. Lo obvio: el agua forzaría el naufragio y colorín colorado, el cuento se habría, literalmente, acabado para Shrek y para Barbie.
     Todo ocurrió según lo previsto y el bote empezó a inundarse. Entonces, para sobrevivir, Barbie y Shrek decidieron juntar sus súperpoderes y utilizar lo único que portaban: una espada de ogro y un sombrero de doncella; la espada serviría para remar y el sombrero para sacar el agua del bote. Pero, ¿quién remaría y quién sacaría el agua?
     Shrek podía hacer ambas cosas mejor que Barbie, por su fortaleza física, pero no podía hacer las dos cosas a la vez. Así que decidió remar, mientras Barbie sacaba el agua del bote. Y se salvaron. Luego, Capitán América, quien de civil se llamaba Ken, atrapó a Krueger mientras que Shrek conoció a Fiona. Así, las cosas se encausaron como hoy se conoce.
     ¿Qué muestra esta historia? Que, como lo indica Martín Krause en La economía explicada a mis hijos, aunque alguien fuera mejor que los demás individuos en todo es mejor que hiciera solo aquello que le produce el mayor beneficio; no por los costos efectivos cuantificables, sino por los costos de oportunidad (aquel beneficio sacrificado al decidir hacer algo y no lo otro).
En este caso, Shrek decidió remar, aunque ello requiera un mayor esfuerzo físico (costo medible) que el de sacar el agua del bote, porque esto último tendría un mayor beneficio sacrificado (costo de oportunidad): sobrevivir.
     A este tipo de situaciones, estudiadas por David Ricardo en sus Principios de Economía política y tributación, se las conoce como ventajas comparativas y, generalmente, los actuales textos de Economía no las analizan desde esta perspectiva (de costos de oportunidad), sino solo desde los costos efectivos. Pocos autores, como Robert Frank, avanzan hasta analizarlas desde el tiempo de producción, en reemplazo de valoraciones monetarias, simplificando el análisis sin quitarle consistencia teórica.
     Algo remarcable de este análisis desde los costos de oportunidad es que evidencia que no se necesita que los individuos sean amistosos y pacten, sino únicamente que busquen un resultado más valorado que lo entregado, según dice Carl Menger en sus Principios de Economía Política. El efecto es, según el catedrático español Huerta de Soto, el surgimiento de la cooperación y el intercambio voluntarios y, en consecuencia, se elimina la competencia biológica por los bienes escasos.
     Compartiendo la conclusión de Walter Nicholson en su Teoría Microeconómica, considero que no es difícil verificar que el libre mercado es más beneficioso que la planificación centralizada. Y no solo para los Shreks y las Barbies de nuestro país, sino para todos los ciudadanos.

martes, 15 de mayo de 2012

Libertad, economía y sociedad


(Publicado en mayo 12 de 2012)

Un producto que era escaso dejo de serlo. La sociedad mejora.



En este mes en que se festeja la libertad de expresión y la libertad laboral, mi amiga, Mariuxi, me comentaba su duda acerca de si demasiada libertad hiciera daño a la sociedad. No estoy muy seguro de que haya tal cosa como “demasiada” libertad, y tampoco encuentro cómo pudiera hacer daño. A largo plazo, sólo por la libertad es que logramos vivir en sociedad.
     La libertad consiste en, básicamente, que el individuo haga aquello que cree lo hará feliz sin afectar a los demás, desde la definición de John Stuart Mill. Sencillo.
     Es común errar en el intento de ser feliz, pero mientras la afectación sólo recaiga sobre sí mismo no estuviera causando problemas a la comunidad. Además (y esta es una clave del éxito personal), mientras más rápido aprenda a tomar sus decisiones más rápido aprenderá a no repetir los errores. Si afecta a otros individuos deberá responsabilizarse y pagar por los daños causados.
     Ser feliz, obviamente, implica decisiones de consumo, pero para consumir algo valorado por un individuo en 500 dólares, éste deberá -antes- producir y vender otro bien que otros individuos valoren en 500 dólares o más. Sólo así pudiera ser feliz. A esto en economía se conoce como “ley de Say”.
     Entonces, ya que en libertad no se puede obligar a nadie a consumir algo que no quiere, y ya que se cumple lo dicho por Say, cada vez que quiera un individuo cumplir sus sueños antes deberá producir bienes que los demás necesiten. Mientras más escaso haya sido tal bien, mejor, pues tendrá un precio más alto y lo ayudará a lograr su sueño pronto. ¿Nota, usted, algo interesante aquí? ¡Exacto! Mientras dicho individuo satisface esa necesidad de los demás individuos por un producto escaso, estará ganando harto dinero, pero está también atrayendo más individuos que querrán vender lo mismo para ganar harto.
     Sin embargo, el precio bajará debido a la competencia (en libertad), y el producto que era escaso -y el bienestar que brinda- llegará a más personas de menos recursos económicos.
     Resultado final: un producto que era escaso dejó de serlo. Conclusión: sociedad con más bienestar que antes.
     Sospecho que así la comunidad se convierte en sociedad, pues el individuo, para ser feliz, primero debe pensar como hacer felices a los demás.
     Ese es el resultado de la libertad: una sociedad siempre mejorando.

lunes, 5 de marzo de 2012

Mal servicio al cliente = reducción de ventas


(Publicado en marzo 03 de 2012)

Hola, amig@s lectores, ¿Me recuerdan?,… ¿No? Bueno, hace mucho no escribía. Yo no pudiera recordarl@s porque nunca l@s he olvidado. Hoy escribo sobre cómo el mal servicio al cliente, aun sin intención, reduce sus ventas. A continuación, algunas situaciones:
· Caso 1: una galena del centro de la ciudad que, aun habiendo separado cita, lo hace esperar 4 horas atendiendo a otros.
· Caso 2: una cajera bancaria que desconoce el procedimiento de pago a una empresa guayaquileña a través de su institución y, simplemente, se niega a hacerlo.
· Caso 3: un vendedor de una papelería de la Av. Chirijos, que no quiere vender cinco resmas de hojas porque dice que se apresta a cerrar el negocio.
· Caso 4: una despachadora en una gasolinera del sur de la ciudad que, aunque usted hubiere llegado antes y respetado el turno vehicular, decide -justo cuando debiera atenderlo- despachar el combustible a sus amigos motociclistas recién llegados.
· Caso 5: un heladero en el sector de la línea del tren que con manos desaseadas empuja su carro expendedor, toma el dinero, prepara su helado (tipo “raspado”) y le pone un sorbete para que usted lo “disfrute”.
     Quizá, en los casos 1 y 5, el oferente esté desesperado por atender más clientes, en el 4 la señorita quiso agradar a sus amigos, en el 2 la cajera tuvo miedo al ridículo y no pidió ayuda, y en el 3 fue, simplemente, pereza. Aun fallando sin intención, en dichos casos los clientes no querrán regresar a sus negocios.
     El problema no es menor, y menos en un país con alto índice de pobreza. Cuesta 5 veces más atraer a un nuevo cliente que mantener contento a uno actual, según Thomas Stewart, de Fortune. Además, Kotler y Armstrong nos recuerdan que sólo 5 de cada 100 clientes se quejan al ser mal atendidos, los otros 95 se cambian de proveedor sin mostrar enojo. Un agravante: 7 de cada 10 clientes satisfechos estarían dispuestos a cambiarse a otro producto si les da mayor satisfacción (estudio de AT&T). Y eso sin contar con la transmisión de la anécdota entre clientes.
     Por eso, el vendedor debe esmerarse por brindar un buen servicio y lograr que el cliente sepa que se está esmerando. Debe evitar perder clientes. Hay crisis económica mundial, y aun si no nos afectara significativamente, es buena idea vender más y ahorrar para afrontar las épocas malas.

sábado, 31 de julio de 2010

Audiencia pública obligatoria

(Publicado en julio 31 de 2010)

“Hay mucha gente que quiere que te vayas a dormir

No, no te duermas, que despierto no te pueden confundir.”

Árbol

Las Audiencias Públicas no son opcionales. Son Obligatorias, en política. Las debe ejecutar la autoridad pública (Alcaldes, Prefectos, etc.) cuando los ciudadanos las soliciten para documentar la rendición de cuentas o el tratamiento, corrección, propuesta, queja o el debate sobre cualquier problema específico de un grupo de habitantes. No se usa para generalidades.

¿Es vinculante la resolución que se tome en la audiencia pública? La autoridad debe publicar la resolución tomada a fin de que los ciudadanos verifiquen su cumplimiento.

La audiencia pública tiene una antigüedad mundial significativa y es un proceso muy usado en los países más desarrollados, hoy. Por ejemplo: en EEUU y Europa hasta para hacer un puente (obra de necesidad innegable para cualquier sociedad) la autoridad ejecuta antes la audiencia para documentar el consentimiento de los ciudadanos. Así, se garantiza el uso de los recursos fiscales en las obras que la gente realmente necesita.

En nuestro país, las autoridades aún se auto consideran “iluminados” por la Gracia de Dios, convencidos de que saben qué obras hay que hacer, qué leyes hay que aprobar y también qué es o no justo. Pero, eso no es así. Kenneth Arrow (Pr. Nobel Econ.) demostró matemáticamente la imposibilidad de que un individuo (político) conozca lo que todos necesitamos (el famoso “bien común”). De allí se deduce que el pueblo debe decidir qué obras hacer, no la autoridad pública, que sólo ejecuta.

Los políticos aparentan que la obra que hacen es la que necesitamos, y que al hacerla nos hacen un favor con nuestros propios dineros (tributos). Y, vaya, luego hasta quieren que les agradezcamos. Por eso, Louis Dumur (Fundador de El Mercure de France) dijo que “la política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos”.

Los políticos no debieran poder ejecutar obras que nosotros no les solicitemos o no sean urgentes.

Fuera buena idea que en nuestra ciudad se retome este accionar participativo. En Milagro ya se hizo en el período de J. Bucaram (PRE 10). En Yaguachi, en el período de C. Romero (PRIAN 07). Y en muchos otros cantones como Arenillas, Olmedo, Valencia, etc., además de Otavalo (País 35, con M. Conejo) y Cotacachi (Pachakutik 18, con A. Tituaña), en los que aún se realizan exitosamente estos procesos participativos. No parece importar la corriente política.

Esto fuera un gran avance para nuestra ciudad. La autoridad corre el riesgo de ser insultada (hay que considerar esto) por algún ciudadano, pero no por ello la ciudad no va a progresar. Habría que garantizar una buena conducción de las sesiones participativas.